Familia: Ranunculaceae.
Origen: Europa sudeste, Asia Menor, Siria, Persia.
Altura: 20 a 60 cm.
Follaje: Perenne, con hojas divididas en segmentos lobulados o dentados.
Suelo: Prefiere suelos fértiles, sueltos y bien drenados.
Riego: Moderado, evitando encharcamientos.
Exposición: Media sombra o sol filtrado.
Floración: Primavera.
Colores de las flores: Amarillo, blanco, naranja, rojo, rosa, fucsia, e incluso violeta.
Multiplicación: División de raíces tuberosas en otoño o por semillas.
Toxicidad: La savia es tóxica, por lo que se debe tener precaución con niños y mascotas.
Usos: Grupos de flor, macetas, jardineras, decoración de jardines y balcones.
Cuidados: Requiere riegos regulares, evitando el exceso de humedad. Se recomienda cortar las flores marchitas para estimular nuevas floraciones. Los tubérculos se pueden proteger del frío o guardar en un lugar seco y protegido.
Observaciones: Es una planta bulbosa, por lo que al finalizar la floración y con el calor, las hojas tienden a retraerse, entrando en descanso.
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