¡El durazno chato, también conocido como paraguayo o Prunus persica var. platycarpa, es una joya frutal que combina estética, sabor y adaptabilidad!
🍑 Características del durazno chato
Forma y tamaño: Su forma achatada lo distingue de los duraznos tradicionales. Es redondeado pero con los polos más planos, lo que lo hace fácil de comer sin pelar.
Origen: Surgió como una mutación natural en China y se ha expandido a zonas templadas de todo el mundo.
Floración: Las flores aparecen a fines del invierno o principios de primavera. Son rosadas, decorativas y muy llamativas.
Fruto:
Piel aterciopelada, de tonos amarillos, anaranjados y rojizos.
Pulpa dulce, más intensa que otros melocotones blancos, puede ser blanca o amarilla según la variedad.
Hueso pequeño y central.
Cosecha: Se recolecta entre abril y septiembre, dependiendo del clima y la variedad.
Clima ideal: Necesita inviernos fríos para florecer y fructificar bien. En climas cálidos todo el año, su producción puede ser escasa.
Suelo y exposición:
Prefiere suelos profundos, ricos en nutrientes y con buen drenaje.
Necesita pleno sol para desarrollarse correctamente.
Autofértil: No requiere polinizadores externos, lo que facilita su cultivo.
Además, hay variedades como el “Ezequielle Piatto CFI-VT” desarrolladas en Argentina que florecen en julio y se cosechan desde noviembre, ideales para zonas de inviernos templados
El durazno chato (también conocido como paraguayo o saturn peach) es una variedad muy apreciada por su sabor dulce y forma achatada. En cuanto al injerto sobre Nemaguait, por su resistencia a nematodos, lo cual es una estrategia bastante inteligente en zonas con problemas de suelo.
Aquí te dejo algunos puntos clave sobre este tipo de injerto:
🍑 Injerto de durazno chato sobre Nemaguait
Nemaguait es un portainjerto desarrollado para resistir nematodos, especialmente útil en suelos arenosos o infestados.
Es compatible con variedades de Prunus persica, como el durazno chato, aunque siempre se recomienda hacer pruebas de compatibilidad local.
El injerto de púa o cuña en primavera es el método más común y efectivo para este tipo de combinación.
Asegúrate de que el patrón esté bien hidratado y que el injerto tenga al menos dos yemas activas.
Una vez realizado el injerto, protege la zona del sol directo y mantén la humedad constante hasta que brote.